La fe nuestro motor
- Conciencia Cosmica
- 6 oct 2020
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La fe no es solo lo que repetimos en palabras, yo creo, pero si nuestro corazón está sucio, aquellas oraciones no valen. Valen las obras, si somos buenos el mal no nos toca, no es lo que decimos, es lo que hacemos. Muchas personas dicen, me están haciendo algo, pero miran y no piensan en lo que hacen a otros.
Tenemos un corazón bueno, a veces contamos y nos entristecemos por todas las cosas que nos hacen, pero no nos damos cuenta qué es lo hacemos a otros. No miremos lo que nos hagan a nosotros, sino lo que nosotros podamos hacer por otro, porque la Fuerza Grande Divina, es Dios cuando mira nuestros actos y no nuestras palabras. Mientras nuestros actos sean buenos y nobles, tenemos el beneplácito de nuestro Padre Celestial.
La fe no debemos basarla en Santos o en Ángeles,
la fe no debemos basarla en las Fuerzas de la naturaleza,
la fe es única y exclusiva del Padre Altísimo,
pues Aquel ha creado,
Aquel ha dispuesto,
Aquel es el máximo diseñador del universo
que percibimos nosotros.
Porque escrito está, para nuestras existencias,
para lo que ha sido de aquellas
durante el transcurso de los tiempos.
Cuando se duda de lo que se hace, se duda de la fe. Algunas veces se confunde fe con orgullo, podemos buscar en nuestro mundo y dar muchas vueltas, pero nosotros sabemos que si nos acercamos al Padre Celestial Él escucha.
¿De qué nos vale el pedir, saber y recordar una y otra vez que nos sea dado el conocimiento, si no seguimos las instrucciones que son develadas por Aquellos en Gracia por el Padre y a la vez nuestros Tutores?
¿De qué nos sirve practicar en relajación y meditación cuando aquello en el fondo no pasa por nuestros #espíritus?
Si pudiésemos en una balanza colocar nuestra fe por encima de nuestra materia o las necesidades propias de la misma, ¿Cómo se equilibraría nuestra balanza?
En verdad, si no comprendemos estas palabras, ¿De qué nos sirve nuestra preparación?
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