El cuerpo es donde el Espíritu se prueba en la fe, en esa voluntad de llegar al Padre. Cuando en una existencia no se alcanzan los resultados se inicia otra con el fin de dar oportunidad de cumplir, por eso se da la reencarnación, las veces que sea necesaria para dar cumplimiento según los designios.
El amor del Padre es tan grande que concede la compañía de guías espirituales para que ayude al ser en el trasegar por este plano de prueba; si hay una afinidad hacia el desenvolvimiento espiritual y esta mas cercano al Padre, la influencia del guía será mas perceptible. Por eso, es tan importante incluir en las actividades cotidianas el tiempo de la meditación, permitiendo establecer un dialogo interno con el Altísimo y tal vez percibiendo aquella influencia divina a través del pensamiento.
Cuando en una existencia, se logra conciencia de la relación con el Altísimo y se tiene esta como prioridad por encima de lo material que el mundo ofrece - haciendo salvedad que aunque es necesario los bienes materiales, no se debe vivir en función de acumular riquezas sino que permitan condiciones para vivir de manera cómoda pero teniendo objetivos de vida más espirituales- estaríamos allanando el camino hacia el Padre.
Se recomienda el libro A los pies del Maestro, como una manera fácil y sencilla de entender que lo difícil no es el camino sino dar el primer paso.