¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos?
- Conciencia Cosmica
- 3 ago 2020
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En un principio Dios creó en Perfección a los Espíritus, y éste ordenamiento subsistió miríada de siglos, hasta que ocurrió la rebelión y se generó un nuevo orden. Algunos Ángeles dijeron: nosotros también podemos hacer eso que el Creador hace, y tres cuartas partes de aquellos Ángeles, se igualaron a Dios, y se formó un ciclo de encarnaciones para evolucionar y volver al lugar angelical en que estábamos.

En dicho ordenamiento, al crearse lo existente, aflora del Padre la Luz creada de la sombra, para equilibrar por ende el cosmos y ordenar de manera concreta y ascendente; una vez ocurrida la rebelión, reinaba el caos y del caos al ser absorbido por el Creador se conformó la Luz, lo cual no difiere de la ciencia, pues está comprobado que de la oscuridad se produce la Luz. Dios creó el cielo, la tierra, el género humano y todo cuanto existe, y a éste le otorgó el libre albedrio, la posibilidad de escoger, dio Mandamientos y el primero fue que lo adoráramos a Él. Todos somos Ángeles, es nuestra esencia y matriz espiritual, la misión es acercarnos al puesto que teníamos como Ángeles, pero al tener cuerpo se nos olvida quienes somos y difícilmente sabemos qué tenemos que cambiar, qué tenemos que hacer. Cada vez que se tiene un cuerpo se mejora algo, se cumple con una parte, pero también se incumple y pasa lo del cangrejo: dos pasos hacia adelante y tres pasos hacia atrás, y vuelve a encarnar, pues no somos perfectos en nuestra mente, en aquel desequilibrio de nuestras emociones, pensamientos, sentimientos que nos invaden y nos gobiernan, subsiste aún aquel caos, pero muchas veces logramos sobreponernos y domeñar nuestro Ser, y superamos errores. Por eso se nos dio cuerpo, si estamos acá es porque algo fallo y se debe enmendar, el mérito está en reconocer en qué se falló, y dejar de mirar la paja en el ojo ajeno y tomar conciencia de la posibilidad de transformar la viga que llevo en mi existencia.

El misterio de la Creación está plasmado en las primeras palabras del Génesis, en un principio reinaba el caos, aún no plasmado en materia, el significado es la Matriz generadora del Universo, Esencia del Padre que forma cada partícula, cada ser y retrae hacía Sí como la infinidad del Todo y de Nada, la Esencia motivadora del propio Universo. En un principio, un ordenamiento, luego el caos, luego la Esencia Original que dio vida a todo aquello que existe se repartió en sí, en los elementos que conforman el Universo y las Fuerzas que reinan en el mismo, dándose así éste nuevo ordenamiento. El poder del #espíritu al encarnar no es para evolucionar o adquirir conocimiento, porque el #espíritu es hijo de Dios a su semejanza y no necesita evolucionar ni aprender o adquirir conocimiento, porque es tan antiguo como el Cosmos, por tanto lo conoce todo, la finalidad es trascender, ser agradable a los Ojos de Dios, en la medida en que pueda atraer otros espíritus a Dios. Evolucionamos en el trasegar de las vidas, lo cual es importante porque somos imagen de Dios, la evolución no radica en el cuerpo, sino en la mente para que el espíritu pueda tener mejor contacto con la materia, buscando equilibrar los defectos con las virtudes, conquistar la armonía en el Ser, pues el trabajo no es del #espíritu ni del cuerpo sino de la mente. Se encarna para trascender, para dominar la materia dada como un pequeño universo, porque el fin de tener el #espíritu un cuerpo, es ser grato a los Ojos de Dios, y se es grato cuando se le Ama a Él sobre todas las cosas y no se hace a los demás aquello que no se quiere para uno. Filosóficamente los seres humanos, tenemos creencias diversas, pero todos, aun los que se dicen ateos, somos conscientes de una Energía, de una Fuerza, de un Demiurgo, de una Esencia Espiritual por encima de lo físico, superior a la materia y a todo lo que nos rodea.
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