Practiquemos respirar, base para la relajación
- Conciencia Cosmica
- 25 nov 2020
- 2 Min. de lectura
Tener conciencia sobre nuestra respiración es el primer paso para relajar nuestro cuerpo. Conectando nuestra conciencia con nuestro cuerpo lograremos dar los primeros pasos para relajarnos correctamente y así avanzar en el camino hacia la meditación.
Busquemos un lugar tranquilo y sin interrupciones. Ubiquémonos en una posición cómoda, ya sea sentados o acostados e iniciemos nuestra práctica.

Vamos a relajar el cuerpo, respirando profundo, inhalando y reteniendo el aire por unos segundos, para luego soltárlo lentamente.
La base para concentrarse y relajarse está en la respiración. La meta es inhalar por la fosa derecha y exhalar por la fosa izquierda, sin embargo, no es fácil acostumbrarse a ello, ni es necesario hacerlo ahora. Pero, pausadamente vamos a inhalar hasta sentir el lleno de los pulmones, retenemos momentáneamente ese oxígeno, y sentimos como ese oxigeno recorre a través de la sangre todo el cuerpo, cada parte, sanándolo, reparando tejidos, reparando células, dando vida. Exhalamos suavemente, lentamente, permitiendo que el cuerpo a través de los pulmones elimine todos aquellos gases, sustancias que ya el cuerpo no necesita, eso es lo importante de la respiración.
Antes de iniciar ésta práctica, debe tomarse un momento para pedir a Dios, al Padre, que ojalá esa oración, ese dialogo, esa presencia que trata de colocarse sea grata ante sus Ojos y nos reciba con agrado, que nos permita que aquellos seres que nos guían y acompañan a la vez estén agradados con nosotros.
Ese vínculo, esa comunión que se realice con la misma serenidad, con el mismo gozo que cuando uno está en una iglesia y comulga, que sienta uno que ese alimento del espíritu es a la vez alimento para el cuerpo y para nuestras almas; que embellezca nuestras vidas y nos haga más gratos a los Ojos de Dios.
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