Practiquemos la sabiduría, una comunión con el Altísimo

La Sabiduría es una comunión con el Altísimo, un don que el Padre da a sus hijos los hombres, para que aquellos puedan llegar a transitar con mayor facilidad aquella senda, aquel camino de retorno nuevamente hacia su seno en aquel confín del universo, donde aquel aguarda para estrechar nuevamente sus hijos.

Observemos como los caminos del Altísimo se presentan en cada uno de nosotros. Algunas veces, en vez de ser transitables, se tornan empedrados, difíciles y nos llevan a buscar atajos materiales y a apartarnos por momentos.

El conocimiento es uno de los dones más hermosos que el hombre puede tener, más debemos cuidar nosotros que todo conocimiento que tengamos no nos aparte del Creador en vez de uniros al mismo.

Aprendamos de nuestro pasado, miremos dentro de nosotros mismos y tratemos de encontrar aquella luz, el pequeño destello que irradia desde el fondo de nuestras almas. Vislumbremos por un instante aquellas llamas que se ciernen en nuestro interior, escudriñemos en las mismas y veremos cuán grande es nuestra sabiduría. La misma que se ha capturado durante milenios y que habita en nosotros. Apliquemos para que aquella nos allane el camino que nos conduzca de nuevo a la esencia primaria que es nuestro Dios.