Demos orden a nuestro microcosmos

Todo lo existente se desplaza bajo un orden preestablecido. Nosotros mismos no somos más que una manifestación de cada uno de los fenómenos de aquel macrocosmos, somos una representación mínima de aquella labor enorme que se gesta para el universo.

En la antigüedad los hombres veían en los cambios del cosmos justificación y explicación para los males, para los logros, para la abundancia, para la cosecha, para la muerte. He ahí, de tiempos inmemoriales se ha dicho que nuestro destino está plasmado en los astros, nuestro espíritu es conocedor de una realidad que nuestro cuerpo y nuestra mente no han logrado interpretar a cabalidad, por ventura, ¿antes de tomar nosotros cuerpo no sabíamos el desenlace de nuestras propias existencias?

Nuestro organismo es un microcosmos de aquel macrocosmos en el cual nosotros nos desenvolvemos, está establecido en forma similar a nuestra galaxia o el sistema solar, por tanto para explicar el aumento de la temperatura corporal, por dar un ejemplo, podemos concluir que se trata de un desequilibrio a nivel de nuestro sol interno comparado con la energía de nuestro globo.